El efecto mariposa: un pequeño cambio puede generar un impacto enorme.

Hace 7 años tuve la suerte de hacer un master en Imagineering y Business Innovation y me topé con conceptos y metodologías que revolucionaron mi forma de ver casi todo. Hay muchas cosas que me llevaron años digerirlas y otras que estaban adelantadas y que recién hoy son trending topics en el mundo emprendedor. La directora y emprendedora del master, Diane Nijs realiza investigación académica de forma permanente con muchos casos prácticos en diversas industrias, es una design thinker pionera en la materia. El master es su laboratorio donde valida sus teorías del cambio organizacional, el management del caos y el efecto mariposa que aplicó con innumerables artefactos desarrollados para un cambio exponencial.

El efecto mariposa viene de la teoría del caos, y simplificándolo, dice que el aleteo de las mariposas en un lado del mundo, es capaz de generar una tormenta de viento enorme en otro lado del mundo al punto de formar un tornado por la amplificación que se podría dar.

Es algo teórico pero muy visual y en la práctica se da algo similar en el cambio organizacional.

Bajando todo esto a tierra, ella usaba mucho la frase de Einstein que decía: “Si seguimos haciendo las cosas de la misma manera, debemos esperar los mismos resultados”. Y es por ello que insistía en que un pequeño golpe de timón puede generar resultados muy distintos si pensamos en un plano mucho más grande.

Y en la práctica es verdad, yo lo probé navegando para hacerme la idea más tangible. Cambié un grado en mi rumbo y en un lago no se nota casi el cambio de dirección, pero si lo proyectas a un océano te puede derivar en un destino totalmente diferente.

A lo que apunta todo esto es que en el cambio que buscamos en nuestras organizaciones, un cambio pequeño de nuestra perspectiva y acción, puede generar un resultado totalmente distinto en nosotros y en nuestra organización.

Ella hablaba mucho del poder de las palabras y sus artefactos casi siempre eran una especie de motto intangible, que evocaba los valores y el porqué de la nueva organización que queremos, siempre desde la perspectiva de la experiencia, la perspectiva humana.

Cuanto más chica tu organización, más chances tenés de aplicar estas metodologías y ejecutarlas rápido. Pero es en las organizaciones más grandes, donde está el desafío mayor del cambio. Y es ahí donde se pueden observar las revoluciones más grandes si el cambio toma forma.

Para hacer algo disruptivo no es necesario pegar un giro de 180 grados en lo que hacemos hoy. Seguramente sea necesario cambiar un poco el rumbo pero sobre todo, entender si la visión que evoca el ¿por qué? de la organización y la misión que evoca el qué y cómo está bien dirigida a los que hacen que estas se hagan realidad. El cambio lo podemos empezar por ahí, reinventándonos de alguna forma.

Los invito a tomar acción hoy y empezar con un pequeño cambio.  Sobre todo, un cambio en nuestra actitud hacia la vida y nuestros emprendimientos. Ojo!, que puede amplificarse y generar un tornado de actitud ganadora!

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