No te enamores demasiado de tu idea!

¿Estas enamorado de tu idea? Que bueno! No sos el único que está enamorado de su idea, ni de tu propia idea. Por más que te parezca que se te ocurrió algo increíblemente innovador, algo nunca visto, algo que realmente va a cambiar el mundo, hay un gran riesgo de que quede en eso, en idea.

Uno de los problemas que tienen los emprendedores es que se enamoran tanto de sus ideas que no las quieren compartir.

Trabajar en “stealth mode” nos da una sensación de seguridad porque estamos inmersos en nuestra propia burbuja. Si la idea va para adelante nos entusiasmamos más pero hay un gran riesgo de que la gran super idea revolucionaria no sea algo para lo cual el mercado está preparado. O que la competencia ya la haya ejecutado desde un rincón de Kiev mientras pensábamos que lo nuestro era único, sentados contemplando un mindmap en un café.

Validar una idea luego de bajarla a tierra es fundamental. Si la idea surgió de un momento tipo Eureka! en plena ducha, buenísimo. Bajala a tierra, aplicala a un proceso de design thinking a ver si se adapta realmente a solucionar un problema de una necesidad humana, armá un prototipo, inclusive buscá con tu equipo armar un loop de lean para ver si prospera. Lo importante es ejecutarla a un nivel mínimo como para poder evaluar si es algo que tiene chance. Y si la chance es mínima pero querés seguir para adelante, dale para adelante, lo más importante es seguir tu instinto y ejecutar.

Quique Baliño (@ebalino)dijo una vez una verdad absoluta que es el dilema de muchos emprendedores. “Mientras tu estás focalizado en lo linda que es tu idea, hay otro que la está ejecutando”. Recuerdo que me dejó en shock y pensando bastante porque no podía ser que todas las ideas se les hayan ocurrido a otro al mismo tiempo. Y que encima fuera más ejecutivo que yo…

La realidad es que ideas de esas revolucionarias y únicas de verdad son un porcentaje mínimo y la probabilidad que se nos ocurran es relativamente baja. De todas formas si escarbas un poco, hasta en esas ideas revolucionarias como la computadora personal, internet, el iphone, itunes, amazon y tantas otras cosas, había otro competidor que estaba haciendo algún prototipo similar y le faltó algún toque de magia para llegar. El ¿por qué? (why) de la idea puede ser lo que haga la diferencia. Simon Sinek (@simonsinek) hace mucho énfasis en que el “¿por qué?” opera en una zona diferente del cerebro que el “qué” (los atributos técnicos) y eso es lo que hace que empresas como Apple sean mucho más exitosas que HP y otras haciendo dispositivos similares o incluso inferiores en algunos atributos.

La rapidez para ejecutar las ideas con actitud ganadora y mucha decisión es otro factor que las lleva a un camino próspero. No se enamoran solamente de sus ideas. Las transforman en productos y servicios que llegan al mercado rápidamente.

Por eso te digo a ti emprendedor que estás comenzando y tenés miedo que te copien la idea. Te la van a copiar. Que eso no te detenga! Salí a ejecutarla ya! Olvidate del “stealth mode”, ya fué, validá tu idea y salí a buscar debajo de las piedras todos los recursos que necesites para hacerla realidad.